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Pasear por las calles del centro histórico de Iquitos es un auténtico discurrir por su historia. De su época durante el Boom del Caucho, permanecen viejos edificios que cuentan algo más que arquitectura, ya que la actual capital de Loreto, fue el epicentro de todas las actividades económicas y culturales, relacionadas con la explotación, producción y comercialización de esta materia prima muy cotizada en Europa.

Todo (o casi) cambió ¿merece la pena visitar Iquitos?
Iquitos, ahora capital de la selva amazónica de Perú, fue un poblado que se convirtió de un momento a otro en una próspera ciudad. Si caminamos y hacer un tour a pie por la céntrica calle Próspero y las inmediaciones del Malecón Tarapacá, que a su vez termina en el Boulevard, podemos encontrar mansiones y casonas construidas durante los años de la fiebre del caucho, ahora son Patrimonio de la Nación, marcados con un pequeño azulejo distintivo que indica que la propiedad debería ser respetada y conservada.

A raíz de esa conexión, muchos personajes venían atraídos a establecerse en Iquitos para dar paso y controlar el millonario negocio que tuvo su apogeo entre 1879 y 1912, el mismo que resurgió entre 1942 y 1945, periodo que prácticamente coincidió con el fin de la Segunda Guerra Mundial. La curiosidad se cuenta por sí sola: Iquitos tenía mejores relaciones con Europa sin pasar por Lima, capital de Perú.

Una conexión inevitable con Europa
Si hemos visitado el barrio de Alfama en Lisboa (Portugal). Yo lo hice. Nos daremos cuenta de la gran similitud de sus mosaicos pintados a mano, cuyo color azul predomina en la mayoría. Es así que, muchos viajeros podrán conectar ambas ciudades, como si Iquitos fue hecha en su momento para dar continuidad a las costumbres y decoración de los europeos que llegaban a establecerse en estos lares.
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En Iquitos, no existe una gran cantidad que edificios de este estilo que siguen en pie, aunque de las que quedan, podemos darnos cuenta de un pasado dorado y adaptado al clima tropical. Había mucha riqueza, casi todo se importaba y se traía la moda desde Europa: muebles, estilos de construcción, insumos, entre otros objetos.

Ruta de las viejas casonas
Podemos comenzar una ruta que nos llevará a ver distintos testigos del Boom del Caucho. La joya de la corona amazónica de aquellos tiempos, es el ex Hotel Palace con tres plantas de claro estilo Art Nouveau con influencias del estilo modernismo liderado por Gaudí.

Conserva muy bien sus mosaicos que fueron traídos directamente desde Europa: Málaga o Sevilla y Lisboa. Además, sus balcones tienen llamativos arcos hechos con fierro forjado en forma de vegetales y con un majestuoso torreón esquinero. Según los historiadores, este fue el primer hotel de lujo de Perú, cuya construcción data entre 1908 y 1912, algo más antiguo al que presume ser el primero: el Hotel Bolívar en Lima que todavía funciona.

No siempre se puede visitar su interior del que ahora es sede de la V División del Ejército Peruano. Mantiene algunos pisos originales, paredes, puertas y un gigantesco salón comedor con un techo lleno de preciosos grabados amazónicos. Es todo un privilegio poder hacer esta visita que se da por casos especiales como el aniversario de Iquitos, celebrado cada 5 de enero, día de la fundación como Puerto Fluvial del Amazonas en 1864.

Otras casonas que vale la pena ver son la Casa Cohen (entre las calles Morona y Próspero) donde hay un supermercado local “Los Portales”, ideal para comprar algunos productos locales para llevar a casa como cafés gourmet y sabores tropicales. Asimismo, el viejo Chalet de Pablo Morey del Águila al frente de la primera cárcel de la ciudad. La Casa Irapay en la vía Ricardo Palma, la que fue en su momento el Consulado de Portugal en 1920. Puedes ver con más detalles: ruta de las casonas del caucho en Iquitos.

Obra de Eiffel en Iquitos
Una de los edificios que presumen los iquiteños con orgullo es la Casa de Fierro. Se trata de la primera casa prefabricada en América Latina, comprada por Anselmo del Águila en la Exposición Universal de París en 1889. Fue traída hasta Iquitos, pieza por pieza y se levantó completamente en 1890. Se atribuye su diseño a Gustavo Eiffel, famoso por la famosa torre parisina.
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La Casa de Hierro es de las principales atracciones fuera de las casonas que quedan en pie desde la fiebre del caucho. Se ubica entre las intersecciones de las calles Próspero y Putumayo, frente a la Plaza de Armas. En su planta superior funciona un nuevo restaurante moderno con cocina tradicional e internacional.

Plaza Castilla
En las inmediaciones de la plaza Castilla al final de la calle Raimondi, dos testigos esperan para seguir aprendiendo de la historia de Iquitos. Al lado derecho está la Casa Morey que funciona como un hotel señorial único en la ciudad, conservando el diseño original de su fachada blanca de estilo victoriano, que hace relucir con fuerza los mosaicos con tonos azules exportados desde el viejo continente.

A pocos pasos, está el original Barco Ayapua atracado en el río Itaya, afluente del gran Amazonas. Alberga un museo que enseña un pasado mostrando su sala de máquinas que permanece intacta. Fue construido en 1906 en tierras alemanas y traído por piezas a través del río más caudaloso del mundo.

En 1910 entró en servicio como barco cauchero a vapor, cuya misión principal fue recoger el codiciado elemento que se recolectaba en las estaciones a lo largo del Amazonas. Una vez cargado, se enviaba hasta la desembocadura del río en Brasil, desde allí cruzaban el Atlántico en naves más grandes hacia Europa.

Dónde comer muy bien
Como todo no va a ser caminar, hay que dar paso a probar la comida local que es muy distinguida a nivel nacional.
En primer lugar nos vamos al Amazon Bistro, un restaurante amazónico-francés que se estableció dentro de una antigua casona bien conservada. Su ambiente hace recordar a cómo eran antes el interior de las viviendas iquiteñas con un coqueto patio interior. Podemos comer platos como la doncella a la meunière, de pescado local con maridaje de sus cervezas artesanales. Es muy posible que haga calor, así podemos combinar con una cerveza Cusqueña de trigo o alguna bebida sin alcohol de frutas tropicales como el camu camu y maracuyá.

Hora del café y postre
En Iquitos, en los últimos años ha surgido una ola de nuevos cafés. Entre los mejores están Cafezinho, de los primeros en la ciudad ubicado en la calle Nauta 250 con sus frapuchinos para el calor, café y una variedad de tés.

Asimismo, el Espresso Café-Bar al frente de la Casa Cohen, en la segunda planta de una casona histórica. Aquí hay una buena variedad del cotizado café peruano, sándwiches y snacks amazónicos. También funciona una pequeña galería de arte con creaciones de artistas locales.

Para bebidas con frutas tropicales, café y postres, está La Mona Cafetería en la calle Nauta, con un ambiente y mobiliario de materiales locales. No debemos dejar de pedir algún Smothie: casho, carambola o camu camu. Así también, cervezas artesanales de su propia cosecha: La Mona e Iquitu.
