Al saber que iba a ir a uno de los desiertos más bonitos del mundo, Wadi Rum me emocioné mucho. Aunque no sabía mucho de ese destino. Pude investigar más sobre todo por lo que había escuchado de la película The Martian, que lo había visto mucho después, cuando tocaba volver a Europa en un vuelo de Royal Jordanian. Decidí incluirlo y visitarlo en la primera vez en Jordania.
Antes de la decisión para ir a Wadi Rum, había hablado con el personal de la Oficina de Turismo de Jordania, en el World Travel Market en Londres, llevado a cabo en noviembre 2015. También recibí muchas recomendaciones de varios amigos travel bloggers.
No era mi primer acercamiento con un desierto, antes había estado en los que se ubican cerca de Ica, Perú.
Quizás, sino fuera por el marketing y la publicidad que el mismo gobierno jordano, ha implementado en los últimos años, no me hubiera entrado ganas de ir a Wadi Rum, aunque sí era consciente, de que en Jordania, me encontraría con otras maravillas del mundo, como Petra, el Mar Muerto, la Ciudadela de Amán, etcétera.
¿Dónde se ubica Wadi Rum?
Wadi Rum, también escrito como Uadi Rum, es un desierto situado a 1.600 metros sobre el nivel del mar, en el sur de Jordania, a 60 kilómetros de la ciudad de Aqaba y a unos 320 kilómetros de Amán, la capital del país. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2011.
Wadi Rum, con los 6 sentidos bien expuestos
Inicialmente, había dicho y quería ir a este desierto, con varias cosas qué ver o hacer en Wadi Rum, entre ellos:
- Ir a un luxury camp y sentirme como un príncipe árabe
- Buscar la locación de Lawrence de Arabia y hacerme una foto de lo más cool
- Averiguar dónde exactamente, se grabaron la escenas de la película The Martian, aunque no lo había visto hasta después del viaje a Wadi Rum
- Montarme en uno de los camellos y sentirme uno más en el desierto
- Volar en globo al amanecer o al atardecer
- Y entre otras cosas, que aunque quisiera, no lo podría comentar por aquí
Todos estos planes, se quedaron en meros planes y no porque no los podría haber hecho, sino porque la Naturaleza, otra vez se ha encargado de sorprenderme de otras formas.
Sabia ella, que vas con ganas de hacer un sinfín de cosas y al final te hace superar las expectativas a más del ciento por ciento.
Durante los casi 3 días que estuve en Wadi Rum, mis 6 sentidos han estado muy expuestos.
Te voy a explicar el porqué:
La vista
Aunque prácticamente se relaciona a los desiertos de un color en general, el de Wadi Rum para mí es distinto. Nunca antes mis ojos, habían presenciado tanta paletas de colores similares, que incluyen el arte tallado en rocas.
He visto el peligro al casi caer desde una altura considerable.
Mis ojos han visto sonrisas tan generosas, de gente que ni siquiera conoces y te las han dado porque ellos así lo han querido.
El olfato
Sentir nuevos aromas, de oler a ramas del desierto, cada día.
De oler a diario nueva sensaciones, de oler el frío por las noches, de oler el miedo ante tanta inmensidad.
El oído
Cada día, escuchar nuevas palabras en un idioma completamente diferente al tuyo y en el dialecto del desierto, haciendo que tus oídos gozaran con tantos nuevos sonidos, incluyendo el cantar de los beduinos.
El oír el silencio en la madrugada, esperando ver la constelación de estrellas y hasta el oír de un sinfín de aviones que sobrevolaban el desierto, en varias direcciones.
El gusto
De sentir y probar nuevas delicias, como el Zarb, una comida tradicional cocida bajo la arena.
De sentir el polvo en tu boca, de sentir el té beduino cada día.
De sentir la arena en tus labios al caer una y otra vez en las dunas, tratando de practicar sandboard.
El tacto
De sentir el viento sin freno rozando tu rostro, de sentir el frío propio del desierto.
De tocar las piedras, de dejar tus huellas y sentir la arena en tus manos.
De sentir el abrazo y apretón de manos de mucha gente, en especial de los beduinos.
Y por último: el sentido común
De sentir que no hay que ensuciar, que hay que respetar el entorno de los beduinos.
Que no destruyamos lo que veamos, que sigamos lo que dicta tu corazón, que no nos dejemos guiar por tontos prejuicios.
No salí de Wadi Rum, sintiéndome Lawrence de Arabia, ni salí sintiéndome que estaba en Marte.
A Wadi Rum, entré humano y salí humano, sabiendo que no estaba en otro planeta.
Wadi Rum está en la Tierra y también espera por ti. ¡Date esa oportunidad!
Datos Prácticos sobre Wadi Rum
¿Cómo llegar a Wadi Rum?
Para este viaje, en particular, usé un coche de alquiler, que recogí en el Aeropuerto Internacional de Amán (A unos 320 km de Wadi Rum), equipado con wifi, para poder guiarme en la ruta Amán – Wadi Rum.
Info: dónde y cómo comprar la Jordan Pass por internet
Una vez que llegues al Centro de Visitantes –Visitor Center-, es bastante fácil. Si has comprado tu Jordan Pass, está incluido dentro de este paquete.
Te recomiendo adquirir online el Jordan Pass, excepto si entras al país por Aqaba (Frontera con Israel y el Mar Rojo) el visado es gratuito, según pude comprobar con un viajero francés que estaba hospedado en el mismo campamento y que estuvo recorriendo el mundo.
¿Dónde alojarse en Wadi Rum?
Si bien es cierto, inicialmente quise alojarme en un lujoso campamento, las ganas de experimentar lo más cercano posible de las costumbres beduinas, pudieron más y opté por Bedouin Expedition Camp, con personal de muy buen trato y siempre atentos para poder ayudarte.
En el Bedouin Expedition Camp, te ofrecen una experiencia beduina tradicional, se encuentra dentro de la zona protegida del desierto de Wadi Rum. Según su propietario, Eghab, con un buen nivel de inglés, este fue uno de los primeros campamentos en abrir para recibir visitantes.
También organizan diversos tours y excursiones por el desierto; yo elegí por un día en camioneta, ya que el tour en jeep no estaba disponible.
¿Cómo planificar mi viaje a Jordania?
Para ayudarte a planificar tus viajes, desde la compra de tus vuelos, alquiler de autos y otros, te sugiero visitar los Recursos Ok del blog.
¡Cuéntame! ¿Has estado en Wadi Rum, qué tal tu experiencia?
15 comments
Tu relato pormenorizado s una pintura que me hizo revivir cada uno de los momentos y las sensaciones que tuve en Wadi Rum. He estado y acampado en otros desiertos, pero ninguno me atrapó tanto como éste.La variedad de sus colores, su relieve, su gente, sus atardeceres lo hacen único y diferente. Hasta tuve la suerte de participar de una misa de peregrinos católicos y de encender y elevar globos aerostáticos de papel con la ayuda de los beduinos.Una experiencia inolvidable.
Qué precioso relato y bonitas fotos 🙂
Yo lo vi un poco rápido, pero aún así aprecié su belleza y esa fantástica luz que se ve también en tu reportaje. Jordania enamora y es en gran parte por lugares así.
Saludos,
Ire
Hola Irene
Muchas gracias, es que Wadi Rum tiene ese color especial que engancha, yo quería quedarme más de 3 días para hacer otras actividades. Espero algún día volver.
Saludos.
Una historia estupenda! Apetece hacer este gran viaje amigo Bo.
Un abrazo!
Javi y Nadia
Hola amigos
Muchas gracias, recomiendo esta aventura por Wadi Rum. Seguro que lo van a disfrutar mucho.
Un abrazo
He de confesar que cuando he empezado a leerte me he dicho, pues la verdad es que no me llama nada ir a un desierto, ni me gusta la arena ni el calor, es más me parece de lo más aburrido. Pero amigo, tu relato ha cambiado mi manera de ver las cosas por lo menos un poquito (que es mucho para una cabezota como yo) y el desierto de Wadi Rum ahora me apetece, así que apuntado queda en esa larga lista de pendientes en la que ningún desierto aparecía por ningún lado.
Un abrazo
Carmen
Hola Carmen
Uno de los mejores mensajes motivadores que he recibido en un post, es decir más allá de que te guste la experiencia, el lograr (sin buscarlo explícitamente) que algo que no te llamase la atención, ahora lo consideres en tu lista de posibilidades. Eso ya dice mucho, más allá del objetivo principal de este post.
Un fuerte abrazo por tus palabras y sinceridad.
Bo
Que maravilla! No solo las fotos son hermosas, tu manera de contarlo usando los sentidos me parece espectacular. Te felicito!
Hola Andy
Muchas gracias por tu «golpe» de energía con tu pedazo de comentario 🙂
Un abrazo
No tengo palabras. Ante tanta belleza.
Y no lo digo solo por el desierto sino por el post.
Cuánto puedo aprender de Bo Saldaña.
Y de @elmundook.
Hola Cristina
Wadi Rum, te deja sin palabras. Lleno de contrastes, de gente con sonrisa eterna, de colores, hasta te da «miedo» ante tanta inmensidad terrenal.
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo desde Málaga
Buenas,
Muy curioso la verdad, no me hubiese planteado ir al desierto en Jordania pero después de leerte a lo mejor nos lo planteamos si aquella zona se tranquiliza un poco.
Saludos viajeros
Hola Ismael
Antes de ir a Jordania, también tenía muchas dudas, por las noticias, por lo que se dice, etc. Igual decidí ir y lo pasé muy bien. Me he sentidos seguro en Jordania, todas esas raras noticias se me olvidaron al tener tantas sonrisas 🙂
Si necesitan alguna información o similar, no duden en hacerla.
Un abrazo
Me ha encantado el relato, Bo. Me quedo con la sensación de que fue una experiencia que te cambió por dentro. Me equivoco?
Una cosa, dices que alquilaste el coche en Amán y de ahí fuiste hasta el desierto. Condujiste el mismo coche por el desierto? Hay una ruta establecida?
Y también he observado que llevas chaqueta en tus fotos… intuyo que en invierno incluso durante el día hace frío en el desierto.
Con ganas de leer más de Jordania!!
Un abrazo,
Maider
Hola Maider
Cada día experimentamos algo, el de Wadi Rum fue una inolvidable, muy sensorial como lo expongo en el post, no sé cuando regresaré igual al ver las fotos y revivir momentos, me hacen sentir y recordar lo expuestos que han estado mis 6 sentidos 🙂
Sí mira, si bien es cierto salí desde Amán, fue un día después. Me quedé una noche en la capital para descansar y salir después del desayuno hacia Wadi Rum, puse Centro de Visitantes de Wadi Rum en el GPS en dirección a Aqaba y de ahí seguir hacia esa zona.
Como fui en Diciembre, época de invierno en esa zona (parecida al de Europa) hacía mucho frío y más aún en las noches. En Julio, Agosto, Septiembre hace mucho calor, según me dijeron los del campamento. Eso sí, como todo desierto siempre hace frío en las noches.
Un abrazo y muchas gracias.
Bo